El cáncer de mama en las mujeres menores de 35 años presenta diferencias genéticas respecto a los que padecen mujeres de más edad. Así lo refleja una investigación del Instituto de Investigación Sanitaria Incliva del Hospital Clínico de Valencia.
El proyecto, financiado inicialmente por la fundación de Castellón Le Cadó, analizó la expresión global de las moléculas pequeñas no codificantes (microARNs) de muestras tumorales de 88 pacientes con cáncer de mama, de las cuales 42 eran de mujeres con 35 años o menos y 46 eran muestras de mujeres mayores de 45 años.
Los resultados, publicados este mes de julio en la revista de BMC Cáncer, demostraron que existen diferencias entre ambas edades en seis MicroRNA, sistemas que utilizan las células de los organismos vivos para controlar los genes que están activos en un momento o un tipo celular y su grado de activación.
El cáncer de mama es el tumor más frecuente en la mujer y empieza a presentarse en torno a los 30 años y aumenta de forma progresiva su incidencia, hasta afectar al 9 % de la población femenina a los 70 años de edad.
Aunque este cáncer es predominante en mujeres menopáusicas, existen un porcentaje de casos en mujeres menores de 40, mayoritariamente con antecedentes familiares, a quienes se les deriva a consejo genético para estudiar los genes de alta susceptibilidad de cáncer.
Sin embargo, una fracción de ellas resultan tener los genes funcionales y no ser portadoras de mutaciones, por lo que no se les puede orientar específicamente y siguen el tratamiento convencional según las características tumorales.
Los tumores de estas pacientes jóvenes suelen ser más agresivos, de mayor tamaño y más indiferenciados, por ello el equipo de investigación consideró necesario buscar marcadores nuevos y más específicos que permitieran un tratamiento más eficaz.
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