Remedios contra la halitosis
En cuanto al remedio contra la halitosis, lo primero es tratar de detectar su origen. Como en la mayor parte de los casos está asociado a una higiene bucodental inadecuada, hay que empezar por mejorar los hábitos de higiene, cepillarse los dientes, encías y lengua después de cada comida, y emplear también el hilo dental y el colutorio para alcanzar las zonas que no son accesibles con el cepillo. Es necesario, además, visitar al dentista con regularidad, al menos una vez al año, para prevenir las caries u otras afecciones dentales y para eliminar el sarro.
Dejar de fumar, no beber alcohol, y limitar el consumo de alimentos que favorecen el mal aliento, como el ajo y la cebolla, son los principales factores de riesgo evitables.
Para paliar el síndrome de la boca seca, se pueden seguir algunos consejos como:
Beber agua con frecuencia.
Tomar zumos elaborados con cítricos (naranja, limón, mandarina, pomelo), ya que el ácido cítrico estimula la secreción de saliva.
Mascar chicle sin azúcar, que también favorece la salivación.
Evitar los alimentos muy secos o fibrosos, e incrementar el consumo de ensaladas.
Consultar al médico si se toman medicamentos que producen boca seca para sustituirlos por otros que no tengan este efecto secundario.
Remedios caseros para el mal aliento
Si la halitosis se resiste a desaparecer, algunos remedios caseros pueden ayudar a mantener a raya el olor:
Después de cada comida, mastica un trozo de limón (con cáscara) durante unos minutos.
Si no tienes la posibilidad de cepillarte los dientes tras la comida, al menos enjuágate la boca con agua, y masca después chicle sin azúcar.
Toma de vez en cuando caramelos de menta (sin azúcar).
No permanezcas mucho tiempo sin ingerir algún alimento; entre comidas puedes comer una manzana o una zanahoria.
Prepara una infusión, hirviendo durante diez minutos una cucharada de hierbabuena en una taza de agua, y tómala después de comer.
Al cepillar los dientes, no olvidar que también se deben cepillar las encías y la lengua, y reemplazar el cepillo con asiduidad (una vez cada mes o mes y medio).
Pon a hervir varias ramitas de perejil con dos o tres clavos de olor enteros en dos tazas de agua. Revuelve la mezcla mientras se está enfriando, cuélala, y emplea el líquido para enjuagarte la boca varias veces al día.
Masca unas ramas de apio de vez en cuando; el apio refresca la boca y combate el mal aliento.
Además del perejil, hay otras muchas hierbas cuyas propiedades aromáticas las hacen idóneas para evitar la halitosis, como la menta, el eucalipto, el tomillo, la salvia o el romero. Puedes hacer infusiones hirviéndolas durante 15 minutos (una cucharada pequeña de cada una en una taza de agua) o mascar directamente algunas hojas.
Si el mal aliento se debe a problemas digestivos, puedes emplear semillas de cardamomo (masticarlas lentamente después de la comida limpia la boca y elimina el mal olor de otros alimentos, aunque su sabor es bastante fuerte) o infusiones de hierbas digestivas como el hinojo, el poleo, el anís o la manzanilla.
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